Cirugía vertebral mínimamente invasiva

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Más y más técnicas para el tamaño del paciente

Durante mucho tiempo, la cirugía abierta fue el único enfoque posible para el tratamiento de las enfermedades de la columna vertebral. Sin embargo, en los últimos años, gracias a la evolución tecnológica y la disponibilidad de instrumentos cada vez más precisos y de vanguardia, se han desarrollado una serie de métodos de intervención alternativos que son similares a los clásicos, que reducen el trauma al mínimo. Quirúrgico y psicológico para el paciente. “La cirugía mínimamente invasiva, más respetuosa con la integridad anatómica de los tejidos tratados, está reemplazando cada vez más la tradicional, precisamente porque ofrece numerosas ventajas, desde la reducción de las complicaciones postoperatorias hasta una recuperación más rápida de la movilidad del paciente”, dice el Dr. Daniel Cabezas, neurocirujano y cirujano vertebral del Hospital Aurelia de Roma y del Hospital Rugani de Siena, estructuras altamente especializadas en el tratamiento mínimamente invasivo de la cirugía de columna y, precisamente por este motivo, particularmente apreciado por los pacientes en toda Italia.

Dr. Cabezas, lo que significa, específicamente, mínimamente invasivo? ¿Y para qué enfermedades de la columna vertebral se puede aplicar esta cirugía?

Mininvasividad significa operar segmentos óseos o no óseos (por ejemplo, cartílagos como el disco intervertebral o los nervios y la médula espinal) sin dañar los tejidos vecinos que no están involucrados en el daño. En la actualidad, la cirugía mínimamente invasiva (microdiscectomía, vertebroplastia, foraminotomía percutánea, endoscopia, etc.), que ha alcanzado niveles de precisión sin precedentes, se puede aplicar a casi todas las afecciones mórbidas más frecuentes: hernias de discos lumbares y cervical, fracturas vertebrales, estenosis del canal e inestabilidad. El tratamiento de las patologías más extensas, como la escoliosis de grandes extensiones, no se puede realizar con técnicas mínimamente invasivas. La experiencia del cirujano es, por lo tanto, fundamental: cuando sea necesario, debe ser capaz de transformar la técnica “mini” en “abierta”, para minimizar el riesgo de complicaciones operativas.

¿Qué ventajas ofrecen las técnicas de acceso mínimo?

Reducción significativa del tiempo quirúrgico, reducción del daño en las estructuras musculares paravertebrales, reducción de la pérdida de sangre, mejores resultados estéticos gracias a incisiones más pequeñas, estancia hospitalaria más corta (generalmente el paciente está de pie 24/48 horas después) intervención), y una recuperación más rápida de las actividades diarias y laborales. En conclusión, el futuro de la cirugía vertebral será cada vez más mínimamente invasivo precisamente porque, con la selección adecuada de pacientes y enfermedades a tratar, estos procedimientos garantizan la mejora o la recuperación del problema.

Para más información:

www.dcabezas.it

info@dcabezas.it

 

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