La prueba para el autodiagnóstico del VIH sin necesidad de prescripción médica ha llegado a las farmacias. Las asociaciones que trabajan con este colectivo consideran que es un avance para combatir el estigma asociado a la realización de este tipo de test, que hasta ahora se ofrecía en centros de salud y centros comunitarios de ONG.
Hace un mes el Gobierno aprobó un Real Decreto que modificaba la legislación de estos productos y permitía comercializarlos sin autorización de un profesional sanitario. Con esta medida pretende aumentar el diagnóstico precoz de VIH en España, disminuir el número de personas no diagnosticadas (entre 18%) y con diagnóstico tardío (un 46%).
1. Funcionamiento
Aunque el autotest se puede realizar con una muestra de sangre o saliva, por ahora desde el Ministerio de Sanidad explican que se comenzará comercializando un producto que realiza la prueba tras un pinchazo de sangre en el dedo. Lo novedoso de este producto es que la misma persona que se realiza el examen consigue el resultado del test en menos de 20 minutos.
“Con la saliva la prueba es más rápida pero tiene un poco más de [margen] de error. En sangre tiene más sensibilidad y lo detecta mejor. Es como el aparato que utilizan las personas diabéticas”, apunta Juan Carlos López, portavoz de Seisida (Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida) y médico de enfermedades infecciosas y VIH en Madrid. Según explica López, la exposición del resultado es “muy parecido a las pruebas de prevención de embarazo” y viene determinado por un color o por un símbolo.
2. Fiabilidad
Alrededor del 99%. El Ministerio de Sanidad ha elaborado una guía sobre esta prueba, en ella explican que la probabilidad de que una persona infectado por el VIH tenga en la prueba un resultado positivo es del 99,5% y del 99,9% en caso de que un sujeto con prueba negativa no tenga la infección.
Sobre este punto, el departamento de Dolors Montserrat advierte a los usuarios del conocido como periodo ventana, el tiempo transcurrido entre la infección y la aparición de anticuerpos detectables. Generalmente el cuerpo tarda entre 2 y 8 semanas tras la infección en desarrollar anticuerpos detectables, y casi todas las personas los han generado a los tres meses de la práctica de riesgo. Durante esta fase la prueba puede dar un resultado negativo, aunque la persona se haya infectado por eso recomiendan repetir la prueba de VIH pasados los tres meses.
3. Combatir infradiagnóstico
Se calcula que actualmente viven en España entre 140.000 y 145.000 personas con infección por el VIH, de las que aproximadamente una de cada cinco (18%) no están diagnosticadas. El diagnóstico tardío de la infección es uno de los principales obstáculos de la respuesta a esta epidemia, ya que disminuye la respuesta al tratamiento.
Aunque los colectivos que trabajan sensibilizando sobre el VIH consideran que tanto esta herramienta, como todas las decisiones que faciliten un diagnóstico precoz, son avances positivos, el portavoz de Seisida cree que con esta prueba “no va a aflorar ni el 1%” de personas que están infectadas y no lo saben. Para combatir esas cifras, este especialista de enfermedades infecciosas aboga por mejorar las campañas de concienciación entre la población general y entre las personas de riesgo. También destaca la necesidad de que los profesionales sanitarios ofrezcan esta prueba a los pacientes que acuden a sus consultas.
4. Anonimato
El comprador podrá adquirir el producto sin tener que identificarse, este es otro de los factores positivos por los que se ha impulsado este test y se ha combatido el estigma social asociado al hecho de realizar esta prueba. Desde la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) reseñan que esta decisión supone un avance en entornos rurales. “Si la persona no se fía de su médico de referencia y en un hospital se puede encontrar a gente que le conozca, le viene bien tener una alternativa”, responde Juan Diego Ramos, dinamizador del grupo de VIH de esta Federación.
Sin embargo, este activista destaca la importancia de realizar este tipo de test en centros sanitarios o comunitarios para evitar recibir el resultado en soledad. Por eso reseña el procedimiento a seguir en esos casos; por un lado, acudir a un centro sanitario para realizar las pruebas confirmatorias de laboratorio y, por otro, dirigirse a alguna ONG para recibir apoyo psicológico. El producto cuenta con un número de teléfono al que pueden llamar y ser atendidos por profesionales especializados.
El portavoz de Seisida destaca la importancia de no limitar el acompañamiento a los casos positivos, recuerda que ante los usuarios que hayan obtenido resultado negativo hay que aconsejarles porque han “han estado en riesgo y hay que usar protección”.
5. Precio
La prueba cuesta alrededor de 35 euros. Esta cantidad no es un gasto asumible para los bolsillos de colectivos en riesgo de exclusión social. La asociación Salud Entre Culturas previene el VIH entre población inmigrante en territorio español, su coordinador, Ignacio Peña, recuerda que para la mayor parte de sus usuarios es inalcanzable y pertenecen a colectivos de riesgo para la transmisión del virus. “Es un precio carísimo, no es accesible para muchos de ellos”, responde. Asimismo, recuerda que la población inmigrante con la que trabajan suele contraer el virus ya en suelo europeo, no en su país de origen, debido a “conductas sexuales de riesgo” y a que existe “mayor libertad sexual” en países occidentales.
Desde Seisida destacan que sería “deseable” que la prueba fuese gratuita, pero consideran que esta decisión “sirve para rellenar” un hueco entre aquellos que sí pueden permitirse pagar 30 euros pero no se atreven a ir al centro de salud.
Fuente http://www.eldiario.es/sociedad/prueba-vih-sanidad_0_732126996.html