Las últimas ediciones de las normas ISO (Organización Internacional de Normalización) presentan sin duda un gran potencial de innovación, ya que representan una herramienta destinada a responder a las exigencias cada vez más estrictas del mercado en materia de calidad, salud y seguridad, medio ambiente, responsabilidad social y sostenibilidad. En esta entrevista, el Dr. Manolo Valori – Director Técnico de CVI Italia, la filial italiana del grupo eslovaco CVI SRO, una de las realidades más importantes en el campo de las certificaciones voluntarias con acreditación internacional – examina la historia de las normas ISO y analiza el impacto de su evolución en el sector industrial.
por Roberta Imbimbo

Dr. Valori, ¿cuándo se publicaron las primeras normas ISO?
Las primeras normas ISO se remontan a la posguerra, cuando se sintió la necesidad de crear normas comunes para facilitar el comercio internacional y garantizar una mayor interoperabilidad entre empresas de distintos países. Una de las primeras normas ISO, la ISO 1, se adoptó en 1951 para normalizar las medidas de longitud utilizadas en ingeniería mecánica. Desde entonces, las certificaciones ISO han experimentado un crecimiento exponencial, afectando a todos los grandes sectores manufactureros, desde los servicios a la fabricación, desde la tecnología a la sanidad.

¿Por qué ha sido tan necesario cambiar las normas ISO a lo largo del tiempo?
Las certificaciones ISO -que son sin duda una de las herramientas más eficaces para garantizar la calidad, la seguridad y la sostenibilidad en una amplia gama de sectores industriales- representan una importante certificación para una empresa que desea diferenciarse de la competencia, utilizando las herramientas profesionales adecuadas para demostrar la conformidad de sus sistemas de gestión de procesos empresariales con normas precisas reconocidas internacionalmente. Dicho esto, hay que subrayar que las normas ISO son normas vivas y dinámicas, en constante evolución. A lo largo de los años, por tanto, han cambiado varias veces de ADN para responder a las necesidades cambiantes de las industrias y a los nuevos retos mundiales, como la digitalización, el cambio climático y la gestión de la seguridad de la información. Esta evolución no solo ha transformado la forma de operar de las empresas, sino que también ha redefinido los estándares de excelencia a escala mundial.

¿Cuál fue un momento clave en la evolución de las normas ISO?
Uno de los momentos clave en la evolución de las normas ISO fue la introducción en 1987 de ISO 9001, la norma de gestión de la calidad. Esta norma, célebremente percibida por el mercado como la madre de todos los sistemas de gestión, redefinió los procesos de control y mejora de la calidad en las empresas, centrándose en la satisfacción del cliente, la reducción de residuos y la eficacia de los procesos. A partir de entonces, las empresas empezaron a adoptar la ISO 9001, convirtiéndola en una de las normas más extendidas y conocidas del mundo. En la década de 1990, con una atención cada vez mayor al medio ambiente, se introdujo la norma ISO 14001, que especifica los requisitos de un sistema de gestión medioambiental. Esta norma marcó un punto de inflexión en el enfoque de la industria, promoviendo prácticas sostenibles y una mayor responsabilidad ecológica, lo que impulsó a muchas empresas a reducir su impacto ambiental, mejorar la eficiencia energética y minimizar la producción de residuos.

Con la llegada del nuevo milenio, las normas ISO han empezado a reflejar nuevas preocupaciones mundiales, como la seguridad de la información y la salud y seguridad en el trabajo.
Exactamente. En 2005 se introdujo la norma ISO 27001 para la gestión de la seguridad de la información, en respuesta a la creciente necesidad de proteger los datos corporativos y personales en la era digital. Esta norma ha tenido un gran impacto en ciertas industrias como la tecnología, las finanzas y el comercio electrónico, donde la seguridad de la información se ha vuelto crucial. En 2018, la norma ISO 45001 sustituyó a la antigua norma OHSAS 18001, marcando un nuevo enfoque de la gestión de la salud y la seguridad en el trabajo.

Cómo influye la transformación digital en la evolución de las normas ISO?
Las empresas avanzan cada vez más hacia sistemas de gestión integrados, utilizando tecnologías como la inteligencia artificial, la computación en la nube y el Internet de las Cosas (IoT) para mejorar la eficiencia operativa y gestionar mejor los riesgos. La norma ISO 27001 se ha convertido en fundamental en este contexto, ya que la protección de datos y la gestión de riesgos cibernéticos son cruciales en la era digital. Al mismo tiempo, nuevas normas como la ISO 56002, relativa a la gestión de la innovación, reflejan la necesidad de crear estructuras flexibles y creativas en las empresas para adaptarse a los rápidos cambios tecnológicos.
¿Cuál ha sido el impacto de esta evolución en las grandes industrias?
Ha sido profunda, transversal y precursora de importantes innovaciones, ya que las nuevas normas se han insertado en un contexto histórico, social y económico que ha cambiado profundamente. La adopción de normas internacionales más avanzadas no sólo ha mejorado la calidad de los productos y servicios, sino que también ha aumentado la competitividad de las empresas en los mercados mundiales. Las normas ISO han facilitado la creación de cadenas de suministro más seguras y responsables, contribuyendo a la reducción de las barreras comerciales entre países.

 

¿Y el impacto en las PYME?
En un panorama económico cada vez más competitivo, las PYME -que representan el 95,6% del tejido empresarial italiano- están llamadas a aplicar estrategias cada vez más innovadoras para aumentar su posición en el mercado. Teniendo en cuenta el papel central que desempeñan en la economía nacional, necesitan integrar herramientas adecuadas para apoyar su crecimiento y la optimización de sus procesos.
¿Cuál será el futuro de las normas ISO?
La evolución de las normas ISO no se detiene. Con la creciente atención prestada a la sostenibilidad y la innovación, es probable que las futuras certificaciones se centren cada vez más en la responsabilidad social de las empresas y la adopción de tecnologías ecológicas. Además, con la rápida digitalización de las economías mundiales, las normas ISO seguirán evolucionando para hacer frente a nuevos retos relacionados con la protección de datos, la inteligencia artificial y la gestión del riesgo global. En conclusión, las certificaciones ISO, con su capacidad para adaptarse y responder a las necesidades del mercado, seguirán siendo un pilar central para mejorar el rendimiento empresarial y alcanzar estándares globales de calidad, seguridad y sostenibilidad.

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