Crisis empresarial y sobreendeudamiento
Historia de una familia de jóvenes emprendedores de Bagnolo en Piano
Salfa Davide Giosafat y Jarislej Suárez Hernández son dos jóvenes de unos 30 años que en algún momento de sus vidas deciden cumplir su sueño oculto, es decir, iniciar un pequeño negocio familiar, abriendo un bar de barrio en el centro Piazza Garibaldi di Bagnolo en Piano.
Tras un breve inicio formado por proyectos, logros y satisfacciones, pero también de trabajo duro y fuerte inversión, primero la crisis económica que ha afectado a todos los sectores de productos, luego el inicio de algunos trabajos reurbanos dirigidos a rediseñar el corazón del país, destrozaron sus sueños, como un elefante en una tienda de porcelana.
Inevitablemente, un período muy duro, psicológicamente agotador, que marcó un retroceso en sus vidas profesionales.
Y hoy, como finalmente han logrado salir del abismo, han decidido contar su historia, para que puedan ser un ejemplo para los muchos empresarios que, estrangulados por la deuda, no saben cómo subir las fortunas de su negocio.
¿Cuándo comenzó la crisis de su negocio?
Unos meses después de la apertura de nuestro bar de barrio, el casco antiguo de Bagnolo en Piano ha sido objeto de importantes trabajos de reurbanización urbana.
El proyecto implicó una intervención de dos años.
Sin embargo, debido a la crisis del sector y a los consecuentes problemas financieros de la empresa encargada de las obras, la operación ha ido muy bien, llegando a una obra de construcción de seis años, capaz de poner una presión sobre los operadores comerciales de la zona.
Después de un comienzo rosado, nos encontramos ante un flujo de clientes que disminuyó significativamente cada día más y con una crisis económica que estaba golpeando, inexorablemente, incluso nuestro mercado objetivo.
Por lo tanto, nuestra pequeña empresa, que ya no podía hacer frente a las exposiciones a la deuda de las empresas emergentes devengadas por las autoridades fiscales y los bancos, se ha ido a la bancarrota y nuestra casa se ha visto abonada.
Su historia, sin embargo, tiene un final feliz gracias al uso de un procedimiento de sobre-debate previsto por la Ley 3 de 2012.Exactamente.
En la desesperación, nos dirigimos al estudio Avv. Danilo Griffo (RG y Partners) y activamos esta herramienta, el llamado sobreendeudamiento, que nunca había oído hablar antes.
Con la ayuda del Avv. Griffo y sus colaboradores (particularmente el Avv. Armando Cogliano) logramos reescribir un final con un final feliz en el que ya no creíamos.
Nos des hicimos de unos 370.000 euros de deuda y suspendimos la ejecución hipotecaria del inmueble, cuyo liquidación se atribuyó, de hecho, al sobreendeudamiento.
De lo contrario, la parte de la deuda no cubierta por el precio de venta de la casa (370.000 euros) habría permanecido sobre nuestros hombros para siempre.
Así que hoy por fin somos libres y podemos empezar nuestras vidas de nuevo.
Estas posibilidades deberían ser mejor publicitadas porque muchos emprendedores que, como yo, han descontado o descontado los efectos de la crisis, no saben que pueden volver a la pista y evitar perderlo todo para siempre.