La Ley 162/2021 introdujo una nueva herramienta para incentivar a las empresas a adoptar políticas adecuadas para reducir la brecha de género en relación con las oportunidades de carrera, la igualdad de niveles salariales, las políticas de gestión de la igualdad de género y la protección de la maternidad. La certificación UNI/PDR125:2022 es, por tanto, una herramienta muy importante para medir, evaluar e informar sobre la igualdad de género en la empresa a través de indicadores clave de rendimiento (KPI), utilizados para el seguimiento de los objetivos, y para iniciar un camino virtuoso de cambio cultural en la propia organización mediante la adopción de políticas dirigidas a favorecer la entrada y permanencia de las mujeres en el mercado laboral. Nos explica las últimas novedades sobre el tema Manolo Valori, Director Técnico de CVI Italia, la filial italiana del grupo eslovaco CVI SRO, una de las empresas más importantes del sector de la certificación voluntaria con acreditación internacional.
por Roberta Imbimbo

Dr. Valori, ¿cómo pueden las empresas obtener la certificación UNI PDR 125:2022?
Para obtener la certificación de igualdad de género – que ahora es una herramienta válida para demostrar la adopción por parte de la empresa de medidas y políticas destinadas a reducir la brecha de género – es necesario implantar un sistema de gestión que cumpla los requisitos de la práctica de referencia UNI/PDR125:2022. Un sistema de gestión consiste en un conjunto de políticas y procedimientos que una organización debe adoptar para garantizar una gestión sistemática de todos los procesos que tienen un impacto en los aspectos de igualdad de género, desde la definición de sus objetivos estratégicos hasta la gestión operativa de los recursos humanos. El primer paso a dar es, obviamente, comprobar a qué cluster pertenece la empresa interesada en obtener esta certificación por parte de un organismo de certificación acreditado por Accre-dia; la UNI/PDR125:2022, de hecho, identifica cuatro clusters diferentes a través de los cuales clasificar a las organizaciones públicas y privadas. Con arreglo a esta clasificación, se define el conjunto de indicadores coherentes con el tamaño de la propia organización. Así, para las organizaciones pertenecientes a la banda 1 (MICRO organizaciones, las que tienen un máximo de 9 empleados) y las pertenecientes a la banda 2 (PEQUEÑAS organizaciones, las que tienen un máximo de 49 empleados), se prevén importantes simplificaciones (es decir, para facilitar a las pequeñas empresas -que ciertamente no tienen la estructura financiera y organizativa de las grandes empresas- no se les aplican todos los indicadores); mientras que a las pertenecientes a la banda 3 (organizaciones de tamaño MEDIO, con un máximo de 249 empleados) y a las pertenecientes a la banda 4 (organizaciones GRANDES, con un mínimo de 250 empleados) se les aplican todos los indicadores establecidos en la práctica de referencia.

La UNI/PDR125:2022 divide los indicadores en seis grandes Áreas, cada una con un peso específico. ¿Puede hablarnos de ellas?

A cada indicador individual (cualitativo y cuantitativo) se le asocia una puntuación, cuya consecución o no consecución se pondera con el peso del área a la que pertenece. Las áreas identificadas son Cultura y Estrategia (ponderación del 15% con 7 indicadores), Gobernanza (ponderación del 15% con 5 indicadores), Procesos de RRHH (ponderación del 10% con 6 indicadores), Oportunidades de Crecimiento e Inclusión de la Mujer en la Empresa (ponderación del 20% con 7 indicadores), Igualdad Salarial entre Mujeres y Hombres (ponderación del 20% con 3 indicadores), Protección de la Paternidad y Conciliación (ponderación del 20% con 5 indicadores). Considerando que cada Área tiene un peso porcentual específico sobre el total y que a cada KPI se le asigna una puntuación numérica, para obtener la certificación UNI/PDR125:2022 las empresas deben necesariamente obtener una puntuación total final igual al menos al 60% de la puntuación ponderada máxima alcanzable. La concesión del control de conformidad sobre la base de la puntuación total final alcanzada por la organización permite a todas las partes interesadas reconocer la validez y la eficacia de los procesos implementados internamente, con importantes repercusiones en términos de reputación de la marca en el mercado de referencia, en un momento en el que se presta gran atención a estas cuestiones. Detrás de la promoción de esta certificación se encuentran, de hecho, varios objetivos de considerable valor social: lograr la igualdad entre hombres y mujeres en el lugar de trabajo; mejorar la calidad del trabajo de las mujeres también a través de la protección de la maternidad; promover la adopción de políticas, herramientas y sistemas en las empresas para favorecer el acceso de las mujeres al mercado laboral, su crecimiento en la empresa, la reducción de las desigualdades, incluidas las salariales, y la armonización del tiempo de trabajo y de vida.


¿Hoy en día, las organizaciones de cualquier tamaño también están obligadas a elaborar y aplicar un plan estratégico?
Por supuesto. Las empresas están obligadas a formalizar y aplicar un plan estratégico que fomente el desarrollo de un entorno laboral inclusivo y favorable a la diversidad, poniendo en marcha las acciones necesarias para lograr la igualdad de facto eliminando los obstáculos que sitúan a las mujeres en una posición de inferioridad con respecto a los hombres. El plan estratégico, que puede ser más o menos complejo en función del tamaño de la organización, debe, por tanto, indicar objetivos realistas, fácilmente medibles y planificados en el tiempo en los ámbitos de la contratación, la gestión de la carrera profesional, la igualdad salarial, la conciliación de la vida laboral y familiar y la denuncia de todas las formas de abuso físico, verbal y digital en el lugar de trabajo. Las empresas que emprendan este camino tan importante también deben crear un Comité de Igualdad de Género que tendrá la delicada tarea de supervisar el lugar de trabajo, verificar la aplicación del sistema de igualdad de género y analizar los informes recibidos, resolviendo cualquier situación adversa.

¿Por qué es importante que las empresas obtengan esta certificación?
Las empresas que obtienen la certificación de igualdad de género pueden acceder a desgravaciones fiscales de hasta 50.000 euros anuales; obtener mejores puntuaciones en los rankings de contratación pública; atraer talento e inversores creando un clima social virtuoso; y contribuir al desarrollo de una economía mucho más inclusiva y sostenible.

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