El presidente francés, Emmanuel Macron, y el líder de la Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, se enzarzaron hoy en una polémica a cuenta de los disturbios violentos protagonizados por grupos de extrema izquierda que reventaron la manifestación sindical del Primero de Mayo en París.
Macron, criticado por su ausencia de la capital francesa para hacer frente a esos desórdenes tanto por la derecha como por la izquierda, cargó desde Australia -donde se encontraba en visita oficial- contra “los pirómanos indignados” y los que mantienen “constantemente un discurso de agitación”.
Una alusión que tiene un eco particular con la figura de Mélenchon, que se ha querido erigir como el principal opositor al jefe del Estado con sus diatribas y su presencia en primera línea en las manifestaciones contra su política, en particular contra la reforma laboral el pasado otoño.
Insistió en que no se anula un desplazamiento por hechos así -después de salir hoy de Australia, Macron se encuentra hasta el sábado en Nueva Caledonia-, y en que en tanto que presidente no es el prefecto responsable de la gestión de la policía.
“Creo que hay mucha gente que quiere volver a jugar el partido de la democracia, no ha aceptado nunca la derrota”, comentó en lo que parece otro reproche al líder de la izquierda radical, eliminado de la primera vuelta de las presidenciales en abril de 2017.
Preguntado explícitamente sobre si estaba pensando en Mélenchon, respondió aludiendo a los que “proponen manifestaciones o fiestas”.
El diputado de la Francia Insumisa François Ruffin lanzó el mes pasado una “fiesta de Macron” programada en París el próximo sábado para conmemorar el primer aniversario de la elección del presidente de la República, con una marcha que pretende aglutinar a todos los descontentos con su acción durante estos doce meses.
Mélenchon se dio por aludido y, con un mensaje en su cuenta de Twitter, en el que denunció que “los ataques de Macron en Australia contra mí son indignos y mentirosos. Un presidente no debería hablar así”.
Ruffin, por su parte, se quejó de los argumentos utilizados por el jefe del Estado porque “la democracia no quiere decir que durante cinco años hay que callarse” y que “la gente tiene derecho a contestar”.
Los disturbios del martes produjeron abundantes daños materiales -una treintena de comercios saqueados e incluso incendiados, coches quemados, mobiliario urbano destruido- pero sólo cuatro heridos leves, frente a los más de 150 que hubo en la manifestación del 1 de mayo de 2017.
La policía detuvo a 283 personas, de las cuales 102 pasaron la primera noche en comisaría bajo arresto, y 43 pasaron una segunda, en espera de ver si hay elementos para presentarlos ante la justicia.
fuente: https://www.eldiario.es/internacional/Macron-Melenchon-polemizan-disturbios-Paris_0_767473605.html