SEFFI, la evolución del lipofilling que ha revolucionado la medicina estética
Desde la edad de 40-45 años, los rostros masculinos y femeninos comienzan a mostrar signos cada vez más evidentes de envejecimiento. Antes de la década de 1990, para contrarrestar este inevitable fenómeno biológico y obtener un rejuvenecimiento armonioso, a menudo se utilizaba una intervención quirúrgica bastante compleja: el lifting facial. Luego se inició la técnica de lipofilling utilizando el método de Coleman. Sin embargo, el progreso científico y la investigación constante han puesto de relieve los límites de este método puramente voluminizador: la grasa sufre una necrosis con el tiempo y, por lo tanto, se elimina después de unos pocos meses. ¿Cómo podemos evitar eso? Para ilustrar las últimas fronteras en el campo de la cirugía plástica es el Dr. Marco Mannucci, conocido cirujano estético, propietario del Centro de Medicina Estética Moderna de Roma.
Dr. Mannucci, hoy hablamos mucho sobre la técnica de Inyección Superficial de Grasa Líquida Mejorada (SEFFI). ¿De qué se trata esto?
A través de estudios recientes, hemos visto que el tejido adiposo no solo consiste en células grasas, sino también en células mucho más preciosas. De hecho, alrededor de los vasos capilares hay pequeñas células madre mesenquimales llamadas células madre derivadas de tejido adiposo (ADSC, por sus siglas en inglés) que, si se inyectan en otros tejidos, pueden convertirse en células del tejido en el que se implantan. SEFFI es, por lo tanto, una técnica altamente innovadora que representa el futuro de la medicina regenerativa: gracias al injerto de tejido autólogo, restaura los rasgos y tonos faciales y regenera los tejidos faciales.
¿Qué ventajas ofrece este método en comparación con los anteriores?
Con las técnicas antiguas, la grasa extraída estaba presente en colecciones más grandes y las células en el interior sufrían necrosis. La técnica SEFFI, por otro lado, es un lipofilling avanzado que, gracias al método particular de extracción de grasa (microcánulas de 2 mm o agujas indoloras), permite la introducción de células de grasa vivas en la cara para restaurar el volumen en ciertas áreas de la cara. Si se inyectan en profundidad, las ADSC permiten, de hecho, crear nuevas células de grasa; si se inyectan en la superficie, permiten tonificar y regenerar la piel envejecida, ya que se convierten en fibroblastos, células de la dermis que producen colágeno, elastina y otras sustancias que dan elasticidad a la piel. En definitiva, ¡una verdadera revolución en el mundo de la medicina estética!
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