La inteligencia artificial (IA) está transformando el panorama de los procesos de certificación empresarial, trayendo consigo una ola de innovación revolucionaria que hace que los procedimientos sean mucho más rápidos, precisos y menos propensos a errores humanos. Es una de las principales innovaciones en el mundo de la conformidad empresarial que está cambiando radicalmente la forma en que se perciben y gestionan las certificaciones. “En el pasado, las certificaciones empresariales siempre se veían como procedimientos largos y complejos, que requerían mucho tiempo y eran vulnerables a los errores humanos. Hoy en día, gracias a la adopción de tecnologías avanzadas, podemos mejorar la eficiencia y aumentar la fiabilidad general de los controles”, afirma Manolo Valori, Director Técnico de CVI Italia, la sede italiana del grupo eslovaco CVI SRO.
por Roberta Imbimbo

Dr. Valori, ¿cómo está transformando la inteligencia artificial el sector de las certificaciones empresariales?
Las certificaciones empresariales, que antes estaban caracterizadas por numerosos pasos manuales, verificaciones y documentación, están evolucionando gracias a la introducción de soluciones basadas en inteligencia artificial, que están transformando literalmente la forma en que las empresas cumplen con los estándares normativos. Un área clave de intervención de la IA es la automatización de los procesos de recopilación y análisis de datos. Para obtener las certificaciones, las empresas deben demostrar que cumplen con una serie de estándares internacionales que van desde los ambientales y de calidad hasta los relacionados con la seguridad y la privacidad. Tradicionalmente, esta actividad requería una larga y meticulosa recopilación de información, la elaboración de documentos y un monitoreo continuo de los diversos indicadores de conformidad (una actividad que también implicaba costos materiales). Sin embargo, con la adopción de la IA, la recopilación de datos se ha vuelto considerablemente más rápida, precisa y eficiente, ya que reduce significativamente el riesgo de errores humanos, acelerando enormemente el tiempo necesario para generar la documentación requerida para la certificación. La automatización no se limita solo a la recopilación de datos, sino que también incluye su análisis para detectar de manera oportuna posibles no conformidades o anomalías, permitiendo a las empresas corregir rápidamente los problemas antes de que se conviertan en algo significativo.

Además de acelerar y automatizar la recopilación de datos, ¿cómo está transformando la inteligencia artificial el proceso de auditorías empresariales, especialmente con la creación de sistemas predictivos y continuos?
Tradicionalmente, las empresas debían esperar a que un organismo certificador o una entidad externa realizara la auditoría para verificar el cumplimiento de las normas y regulaciones. Como la IA se integra perfectamente con los sistemas de información de las empresas, optimizando el flujo de trabajo y mejorando la eficiencia operativa, las empresas pueden ahora monitorear y gestionar de manera continua sus procesos internos, señalando en tiempo real cualquier desajuste. Esto representa una ventaja significativa en términos de rapidez, eficiencia y reducción del riesgo de incumplimientos no detectados. Con la IA, por lo tanto, las auditorías ya no solo se limitan a examinar los datos o realizar controles periódicos, sino que se convierten en herramientas predictivas capaces de predecir o anticipar problemas o no conformidades antes de que ocurran realmente. En otras palabras, una auditoría predictiva sería capaz de detectar señales tempranas de posibles problemas, como una ligera desviación del estándar que podría presagiar una futura violación de las normativas. Esto permitiría a la empresa intervenir rápidamente, evitando que una situación evolucione hacia un problema significativo.

La reducción del error humano es uno de los aspectos más significativos en los que la inteligencia artificial está marcando la diferencia en los procesos de certificación empresarial.
Tradicionalmente, el error humano (errores de transcripción, omisiones, interpretaciones erróneas, distracciones) ha sido identificado como una de las principales causas de no conformidad, lo que lleva a violaciones de los estándares, retrasos en las certificaciones y, en algunos casos, sanciones o daños a la reputación de la empresa. Por lo tanto, la reducción del error humano representa una de las innovaciones más importantes en este campo. La IA, con su capacidad para analizar en tiempo real grandes volúmenes de datos, garantiza una evaluación precisa e imparcial, mejorando la calidad y fiabilidad de las certificaciones, y permitiendo que las empresas sean más eficientes y competitivas al cumplir con las normativas internacionales.

La IA se está convirtiendo en un poderoso apoyo para los inspectores y auditores, facilitando su trabajo y mejorando la eficacia de las auditorías.
¡Absolutamente! En el pasado, las actividades de verificación y control dependían en gran medida del análisis manual de los datos, lo que generaba el riesgo de errores, desorganización y pérdida de tiempo. Hoy en día, gracias a la adopción de soluciones basadas en IA, los inspectores pueden contar con herramientas avanzadas que optimizan y aceleran su trabajo. Sin embargo, es importante aclarar que la inteligencia artificial no reemplazará el trabajo de los auditores, sino que servirá como una herramienta de apoyo fundamental, mejorando enormemente la eficiencia y efectividad de su trabajo. De hecho, existen aspectos del trabajo de un auditor que requieren juicio humano, interpretación contextual y comprensión de los factores emocionales, culturales e interactivos que solo una persona puede manejar. El futuro de los procesos de auditoría será, por lo tanto, un enfoque colaborativo entre el ser humano y la máquina, donde la IA proporcionará herramientas avanzadas de revisión, análisis e identificación de tendencias de no conformidad. Esto permitirá mejorar la precisión y la rapidez de las verificaciones, optimizando así todo el proceso de auditoría.

La inteligencia artificial ofrece enormes oportunidades, pero, como toda tecnología avanzada, también conlleva una serie de amenazas que deben abordarse para garantizar su uso ético y seguro.
Sí, existe el temor de que la automatización impulsada por la IA pueda ser utilizada de manera inadecuada, no ética o poco transparente. Para abordar estos problemas, el mundo ISO ha introducido recientemente una nueva norma internacional dedicada a la gestión responsable de los sistemas de inteligencia artificial. La norma ISO 42001 se enmarca en un contexto donde las tecnologías avanzadas están cambiando rápidamente el panorama industrial y social, y las organizaciones necesitan directrices claras para gestionar estos cambios de manera segura y ética. Su introducción responde a la creciente necesidad de establecer estándares internacionales que regulen el uso ético y transparente de la IA, proporcionando pautas sobre la adopción segura de la tecnología IA, y abordando también los riesgos específicos asociados con el uso de la IA, como la ciberseguridad, la privacidad de los datos y la fiabilidad de los algoritmos.

Las empresas que deseen integrar la IA en sus procesos de certificación en el futuro deberán obtener necesariamente la certificación ISO 42001 para garantizar un uso conforme y responsable de la IA. Solo de esta manera, estas tecnologías pueden convertirse en poderosas herramientas para mejorar los procesos empresariales, con la conciencia de que su uso debe respetar estándares éticos y legales rigurosos.

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here