En el panorama sanitario italiano, a menudo fragmentado y polarizado entre estructuras públicas saturadas y realidades privadas a veces impersonales, existen experiencias que marcan la diferencia. Una de ellas es el grupo C.Ur.E – Centro Urológico Europeo – fundado y dirigido por el Dr. Giovanni Ferrari, quien ha sabido combinar la excelencia clínica con el enfoque centrado en el paciente, a través de un modelo organizativo basado en la colaboración, la libertad profesional y la responsabilidad compartida. Lo entrevistamos para conocer el origen de este proyecto y la visión que lo impulsa.
por Roberta Imbimbo
Dr. Ferrari, ¿cómo nació la idea de crear C.Ur.E?
La idea de C.Ur.E nació hace varios años, a partir de una necesidad profunda y personal: devolver protagonismo a la relación médico-paciente, a menudo sacrificada por los mecanismos impersonales de un sistema sanitario dividido entre lo público —con un fuerte componente político— y lo privado —frecuentemente guiado por lógicas empresariales—. Ambos modelos, en ocasiones, persiguen objetivos alejados de las verdaderas necesidades de las personas. Soy médico de tercera generación —mi padre y mi abuelo fueron cirujanos urólogos— y crecí en un entorno donde la relación ética y humana entre médico y paciente era central, casi sagrada. Tras más de quince años de experiencia en el ámbito hospitalario, sentí la necesidad de tomar un nuevo rumbo y formar un equipo de profesionales que compartieran mi visión: poner al paciente en el centro, no solo en palabras, sino en los hechos. Con respeto, tiempo y escucha. Lo que al principio era solo una idea, con el tiempo se ha convertido en una realidad sólida y consolidada: hoy somos 32 profesionales activos en 11 centros —clínicas y hospitales, incluso públicos— distribuidos por toda Italia.
¿Qué diferencia a C.Ur.E de otras instituciones sanitarias privadas?
Nuestra verdadera fortaleza es el modelo organizativo. Hoy en día, C.Ur.E —que ha adoptado la forma jurídica de SRLS— se ha convertido en un ejemplo virtuoso que integra las competencias de cada profesional en una estructura fluida, ética, libre y orientada a la calidad. Cada médico conserva su individualidad, pero trabaja en sinergia para ofrecer al paciente un recorrido de atención completo, coordinado y sostenible. Inspirándonos en las mejores experiencias internacionales, comprendimos que era posible crear una estructura donde profesionales independientes pudieran colaborar ofreciendo a los pacientes tratamientos integrales, continuos y personalizados. En C.Ur.E compartimos tecnologías, conocimientos y, sobre todo, un enfoque clínico integrado. Cada caso se analiza desde una perspectiva global y se discute de forma colegiada, para garantizar decisiones ponderadas, precisas y no fragmentadas. A esto se suma una formación continua, no solo científica (colaboramos activamente con varias universidades italianas, contribuyendo así al desarrollo profesional de jóvenes urólogos), sino también humana: todos nuestros colaboradores están formados para establecer una relación auténtica y duradera con el paciente, que es seguido por el mismo médico desde la primera visita, pasando por la intervención quirúrgica, hasta el seguimiento postoperatorio. La fuerza de nuestra red reside en la comunicación constante entre los miembros del equipo, en el intercambio diario y en la capacidad de trabajar en equipo con un espíritu común. Para el paciente, esto significa no sentirse nunca solo. Para nosotros, el mayor logro es haber dado vida a una medicina cercana, competente y humana.
Desde el punto de vista científico, ¿cuáles son las áreas de excelencia del grupo?
C.Ur.E es hoy un centro de referencia en Italia para la cirugía láser y robótica. Fuimos de los primeros en adoptar el Láser Verde para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata, una técnica innovadora que hoy se considera un estándar internacional. Pero nuestro compromiso va mucho más allá: utilizamos el robot Da Vinci desde 2017 y somos un centro de referencia en el tratamiento de tumores de próstata, riñón y vejiga, con alrededor de 500 intervenciones oncológicas realizadas. También realizamos técnicas miniinvasivas para el tratamiento de cálculos urinarios, cirugía reconstructiva y prostética andrológica, uroginecología y tratamientos integrados para la incontinencia. Hemos importado y adoptado todas las técnicas MIST (Minimally Invasive Surgical Techniques), como OPTILUME, REZUM e iTIND, siempre con un enfoque mínimamente invasivo y personalizado. Nuestra autonomía financiera y profesional nos permite ser dinámicos, establecer colaboraciones libres y virtuosas, e incorporar tecnologías y métodos de vanguardia, siempre con el objetivo de ofrecer al paciente lo mejor disponible.
Mirando hacia el futuro: ¿qué espera para C.Ur.E y para el sistema sanitario italiano?
Espero que nuestro ejemplo se convierta pronto en un modelo replicable. En un momento en que la medicina corre el riesgo de volverse cada vez más técnica y menos humana, C.Ur.E decide dar un paso atrás para avanzar realmente, demostrando que es posible practicar una medicina de excelencia también fuera del hospital, sin renunciar a la calidad ni a la humanidad en el cuidado. En este sentido, nuestro compromiso también apunta a un cambio cultural más profundo: ha llegado el momento de superar lo que consideramos uno de los males silenciosos de la medicina moderna —la medicina defensiva— que con demasiada frecuencia aleja al médico del paciente, transformando la relación clínica en una sucesión de actos burocráticos y cautelosos, en lugar de un verdadero camino de atención y confianza mutua. En resumen, C.Ur.E no solo representa un caso de excelencia clínica, sino también un laboratorio de cultura sanitaria. Si se replica y se apoya, podría contribuir a transformar el sistema sanitario italiano hacia un modelo más humano, sostenible y eficaz. Un ejemplo que merece atención y, quizá, imitación.