Fundada en 1976 y ahora en su segunda generación, Riem Italia es una empresa histórica de Roma altamente especializada en la comercialización y el mantenimiento de equipos de compresión y tratamiento de aire comprimido. A lo largo de los años, esta excelencia totalmente italiana ha conseguido aumentar su reputación de marca en su mercado objetivo, gracias a una visión estratégica y a una política de bajo impacto medioambiental. Fabio Russo, Consejero Delegado de Riem Italia, habla en esta larga entrevista de los retos de futuro que la empresa del Lacio está llamada a afrontar en un contexto cada vez más competitivo, globalizado y sostenible.
por Roberta Imbimbo
Dr. Russo, ¿con qué misión nació Riem Italia?
Hace unos 50 años, mi padre, el empresario Francesco Russo, respaldado por muchos años de experiencia en grandes empresas multinacionales, decidió fundar una empresa especializada en la comercialización de compresores de aire lubricados y exentos de aceite (maquinaria muy importante para la automatización de cadenas de montaje), destinados al sector industrial. Gracias a una visión estratégica y a un enfoque empresarial innovador, Riem Italia pronto consiguió expandirse tanto a nivel nacional como internacional, logrando un crecimiento sorprendente tanto en términos de expansión territorial como de facturación (hoy facturamos alrededor de 7 millones de euros al año, 2/3 de los cuales en el extranjero y el resto en Italia, donde también ofrecemos un servicio posventa de alto valor añadido a grandes grupos industriales). El verdadero punto de inflexión se produjo cuando me incorporé a la empresa. Firmemente convencido de que la innovación y la sostenibilidad son las claves del éxito de cualquier negocio, añadí otras actividades estratégicas a la actividad principal original, creando una rama especial de la empresa dedicada a la producción y el mantenimiento de piezas de recambio para grandes compresores industriales, con el fin de ofrecer al mercado mundial productos cada vez más avanzados tecnológicamente y con un bajo impacto medioambiental.
De hecho, Riem es una empresa con un corazón verde que pone gran énfasis en la sostenibilidad medioambiental. ¿Cómo reducen su huella ecológica?
Nuestra sensibilidad hacia las cuestiones medioambientales, unida a las normativas gubernamentales cada vez más estrictas en materia de emisiones, nos han impulsado a mejorar nuestras credenciales ecológicas para alcanzar objetivos de sostenibilidad cada vez más ambiciosos; pero también a ofrecer máquinas ecológicas de alto rendimiento para satisfacer los requisitos de las industrias en materia de seguridad medioambiental. Sin embargo, nuestro compromiso con un futuro más sostenible no se ha limitado a la adopción de una responsabilidad medioambiental y social corporativa precisa, sino que ha llegado incluso a reorganizar nuestros procesos de producción, centrándonos en el reacondicionamiento de paquetes de compresores para recuperar la plena funcionalidad de máquinas usadas, obsoletas o en desuso. Nuestro objetivo es reacondicionar paquetes de compresores de equipos originales a cero horas, de modo que podamos evitar la necesidad de una sustitución completa de la maquinaria, lo cual es claramente ventajoso desde el punto de vista económico para las empresas solicitantes y bueno para el medio ambiente. Así, con las mismas prestaciones mecánicas, podemos producir menos residuos, emitir menos dióxido de carbono y alimentar la economía circular, en línea con los parámetros de la Industria 4.0. Gracias a una serie de distribuidores repartidos por todo el mundo -hoy estamos presentes en Estados Unidos, Canadá, Sudamérica, Australia, Sudáfrica y Extremo Oriente-, hemos logrado exportar nuestros conocimientos altamente especializados y nuestra cultura empresarial proambiental más allá de las fronteras, convirtiéndonos en portavoces de las mejores prácticas en todo el sector.
¿Qué peculiaridades le distinguen de sus competidores?
Además de la experiencia y la profesionalidad adquiridas a lo largo de muchos años de actividad, la inversión continua y sustancial en Investigación y Desarrollo (para anticiparnos de forma proactiva a las necesidades tecnológicas de un mercado en constante evolución), la ingeniería inversa es sin duda la prerrogativa que más nos distingue de los demás agentes del mercado. Gracias a una instrumentación de última generación, somos perfectamente capaces de producir piezas de recambio, analizando en 3D el diseño del producto, la geometría (forma y dimensiones) de cada elemento individual a replicar, para reproducirlo a la perfección, corrigiendo cualquier defecto y mejorando determinados aspectos funcionales. Este proceso de ingeniería inversa nos ha permitido aumentar nuestra reputación de marca en el mercado internacional, donde ahora se nos conoce por nuestra calidad y fiabilidad. Otro de nuestros puntos fuertes es nuestro capital humano. Las cerca de 50 personas que trabajan con nosotros y para nosotros son sin duda nuestro recurso más valioso, en el que invertimos mucho tanto en formación continua como en políticas de bienestar. El objetivo es potenciar y aumentar la profesionalidad individual en un entorno de trabajo innovador y estimulante, de modo que cada empleado no sólo sea capaz de ofrecer servicios de alto valor añadido, sino que también se convierta en promotor de una política de desarrollo sostenible.
Tantos logros en tantos años de actividad. ¿Objetivos para el futuro?
Sin duda, seguir creciendo en el contexto mundial, penetrando en mercados hasta ahora inexplorados, expandiendo la red mundial de distribuidores y ampliando la gama de productos ofrecidos, afrontando los retos del futuro sin perder nunca nuestra identidad histórica de empresa orientada al futuro y al medio ambiente.